LA POBREZA EN EL CAMPO VIENE ASOCIADA CON LA MIGRACIÓN, LA VIOLENCIA Y LA DESINTEGRACIÓN FAMILIAR
2011-08-05
Héctor Pedraza Olguín legislador federal durante su encuentro con los campesinos del distrito 02, manifestó “Esta temporada de lluvias hay que aprovecharla de manera eficiente con tecnología de punta, semillas mejoradas, programas y proyectos en virtud de que hay recursos suficientes aprobados en su mayoría por los diputados cenecistas en el PEF anual 2011 para el sector rural cuya finalidad es combatir la pobreza, evitar la migración de los hombres del campo a las grandes ciudades en donde solo pasan hacer parte de las estadísticas de alcoholismo, drogadicción o en su caso ha formar cinturones de miseria.
“En las grandes urbes de nuestro país como el Distrito Federal es evidente y triste ver a la gente del campo convertida de un día para otro en urbanicolas, sobreviviendo como albañiles, peones, limpiaparabrisas, jardineros o mendigos”, expresó el legislador Ixmiquilpénse de origen Hñahñu.
En el medio rural en estos 11 años se han perdido más de dos millones de empleos agropecuarios, han caído los precios de los productos agrícolas 50 y 60 por ciento, se ha incrementado nuestra dependencia alimentaría en un 45 y 50 por ciento, además de los altos precios en los productos de la canasta básica (300% en la tortilla, azúcar 200 por ciento, huevo 132 % y los combustibles como el diesel y la gasolina)”, hacen difícil la sobrevivencia de los hombres del campo, explico.
En esta gira refirió que sumado a lo anterior en esta temporada de vacaciones de verano es muy bajo el flujo de retorno de migrantes a sus lugares de origen para visitar a sus familiares. Y las remesas que enviaban en años anteriores generando una importante derrama económica en el Valle del Mezquital ha disminuido significativamente debido a la crisis económica de los Estados Unidos, a las leyes xenofóbicas, al endurecimiento de la política fronteriza de ese país y la inseguridad que prevalece en las carreteras del país ha inhibido este retorno y se ve reflejado en las tiendas de autoservicios, restaurantes y las casas de venta de materiales para construcción se ven desoladas; en las fiestas sociales y familiares como bodas, bautizos, quince años y clausuras escolares ya no campea ese derroche económico de antaño.
“En estos once años del siglo XXI, solo vemos como en nuestras comunidades hay pobreza, la cual viene asociada con el imperante alcoholismo, drogadicción, desintegración y violencia familiar, Concluyo.
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Fuente: www.milenio.com
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